Revertir todas esas percepciones, y obtener el reconocimiento social y político que el sector merece … ese es el gran reto

Estamos a punto de cerrar un año histórico, un año muy complicado para el sector, con grandes retos que ha habido que afrontar para sobrevivir. Hoy en el blog recogemos las reflexiones de Emiliano Garayar, Presidente de GAT, Gestión de Activos Turísticos.

El Turismo se han enfrentado a su Gran Crisis. ¿Cuáles siguen siendo las asignaturas pendientes para aprobar tan duro examen?

Creo que el Turismo por primera vez ha sido consciente de su “orfandad”. Principal motor de la económica española, siempre dando, cuando ha llegado el momento de solicitar el apoyo de la sociedad y los poderes públicos, en reciprocidad a tanta riqueza que ha creado ininterrumpidamente durante décadas, se ha encontrado con la indiferencia, cuando no con la desconsideración en las más altas instancias sociales y política. El sector se quejaba en el pasado de cierta irrelevancia en las “páginas salmón”. Desgraciadamente, no era irrelevancia sino falta de consideración a un sector económico percibido por muchos como poco sostenible, de escaso valor añadido, con condiciones de trabajo precarias, anclado en modelos caducos de explotación, etc.
Revertir todas esas percepciones, y obtener el reconocimiento social y político que el sector merece … ese es el gran reto. En lo económico, recuperar el control del cliente, y no seguir viviendo de un cliente “prestado” por agentes en los mercados emisores o por los gestores de la conectividad de nuestros mercados con los mercados de origen.

En el caso de GAT, ¿qué ha supuesto este 2020? ¿Un reto, una reinvención, nuevas oportunidades?

Una compañía con un ADN 100% hotelero, fundamentalmente vacacional, con una gran exposición a la demanda internacional en activos de calidad y desestacionalizados, ha sufrido inicialmente un durísimo impacto económico y psicológico, totalmente imprevisto. Sin embargo, la Compañía ha sabido reponerse y rearmarse a gran velocidad, terminando el año con una tracción de mercado impresionante en su apuesta por un modelo de turismo activo sostenible y que aporta valor a su entorno; asesorando a inversores y contribuyendo a la puesta en valor de sus activos mediante una adaptación rapidísima al nuevo entorno financiero y de negocio; generando nuevas oportunidades de negocio; reforzando sus capacidades de distribución directa; ampliado el equipo humano …
Pero sobre todo, a mí personalmente, me ha asombrado aún más y desbordado la enorme calidad y compromiso de nuestro equipo humano. En lo más duro de la pandemia, cuanto mayores eran las dificultades, más decisiva ha sido su contribución a la superación de los obstáculos y al éxito de la compañía. No puedo expresar con palabras la profundidad de mi agradecimiento y reconocimiento. Suena a tópico, pero lo afirmo desde la convicción más profunda.

Dejando atrás estos meses y pensando, proyectando el futuro inmediato, ¿cuáles cree que son las fortalezas, los pilares en los que el sector y las empresas del sector han de apoyarse para mantenerse, crecer, evolucionar?

Las empresas deben pensar en la micro antes que en la macro. Si su propuesta de valor tienen sentido en la circunstancias presentes y en las venideras. Yo no soy quién para evangelizar, pero en mi humilde opinión, basta con dos logros: recuperar el control del cliente; y crear una propuesta de valor atractiva para el mismo. Si lo que haces tiene valor, resulta atractivo, y lo sabes vender, su éxito está asegurado. El “cómo” es la responsabilidad de cada uno.

Los mercados están cambiando, los players buscan reposicionarse tras la convulsión, ¿qué papel quiere jugar GAT en este escenario? ¿Especialización, diversificación, crecimiento en todo caso…?

GAT es una empresa que nace en 2009 en cierta medida adelantada a su tiempo. Como el futuro ya está aquí, las oportunidades para GAT se multiplican. GAT en este entorno crecerá, no por un mero prurito de ser más grande, sino por ser mejor, y contribuir al cambio tan necesario del sector, y a su puesta en valor, económica y social.

Finalmente, un deseo para 2021
Que la salud nos respete. Que del trabajo y el amor, ya nos ocuparemos nosotros.
Gracias.